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Como encontrar motivación en el trabajo, cuando ya se acabó
¿Cómo mantener la motivación en el trabajo? ¿Cómo sobrevivir la semana cuando apenas es lunes y ni siquiera quieres salir de la cama?

Estas preguntas estuvieron rondando mi cabeza por mucho tiempo, hasta que comprendí que la motivación es finita. Es como una fogata ardiente. Al principio es muy grande. Conforme la leña se consume, el fuego se va apagando hasta que eventualmente no quedan más que cenizas.

El problema con las fogatas es que necesitan de mucho esfuerzo, trabajo y energía para mantenerse vivas… tres cosas que podrías invertir en algo más interesante. Si estás en el bosque puede ser divertido estar echando leños al fuego, pero no funciona en la vida diaria. ¿Qué caso tiene mantener un estado perpetuo de excitación si no estás logrando nada importante?

Regresando a tu empleo. No importa si te gusta o no. Habrá días en los que todo es solecito, palmeras y felicidad. También habrá diluvios y tormentas eléctricas. Es parte de la vida.

Aprende a sobrevivir los días nublados en el trabajo, con una carga extra de motivación.

El truco está en usar los días soleados, el rush de energía que te da la motivación, para crear sistemas y planes de acción que te ayuden a sobrevivir los días lluviosos con gracia y estilo.

Hace unos años trabajé como mesera en una cafetería. Nunca fue mi empleo ideal, pero encontré algunas maneras de motivarme mientras estuve allí. A continuación, compartiré cinco estrategias que usé.

1) Recuerda tu gran por qué

Las responsabilidades en mi empleo de mesera incluían barrer, trapear y lavar platos (cosas que ni siquiera me gustaba hacer para mí). Todos los días me quejaba durante media hora antes de salir de la cama. Aún así hacía las cosas lo mejor que podía y me esforzaba por aprender ¿Cuál era mi motivación?

Unos meses antes renuncié a mi empleo como diseñadora en una empresa textil y me mudé a un pueblo hippy en las montañas de México. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, con tal de no convertirme en una de esas personas que pasan la vida encerradas en una oficina (nada en contra de ellas, pero no es para mí). Irme a un pueblo hippy me pareció buena idea.

Llegué con algunos ahorros. Cuando se acabaron tuve que conseguir un empleo. No había muchas opciones, así que terminé siendo mesera. Aunque no era mi empleo ideal, era una alternativa a la vida de oficina de la que estaba escapando. Recordar esto me ayudaba a sobrevivir los días pesados sirviendo cafés.

Ahora quiero que te tomes unos momentos y pienses, ¿Por qué trabajo?

Es obvio que necesitas ganar dinero para tus chuchulucos, pero más allá de la cuestión económica ¿Qué es lo que realmente te motiva? (Si aún no lo sabes es hora de que te sientes a descubrirlo). Tu verdadera motivación seguramente será algo como:

  • Crecer y aprender
  • Darle a mi hijo un buen futuro
  • Tener mi propio negocio
  • Ser feliz
  • Contribuir a los gastos de mi casa
  • Hacer algo que impacte positivamente a los demás

Una vez que encuentres tu motivación principal, responde a esta pregunta ¿Cómo puede mi empleo actual contribuir a ello?

Anota tu gran porqué + la manera en la que tu empleo actual lo apoya en una tarjeta (o en tu cel si eres más moderna). Cuando necesites motivación en el trabajo, regresa a tus notas y recuerda tu gran por qué.

2) Busca siempre lo positivo

Voy a sonar a cliché, pero lo tengo que decir: No importa qué tan terrible sea una situación, siempre le puedes encontrar un lado positivo. 

Aunque odiaba mi trabajo de mesera, ganaba dinero para la renta. Además adoraba a mi jefe (que ahora es uno de mis mejores amigos) y a mis compañeros. Cuando me tocaba el turno de la noche, podía llevar a casa todos los pasteles y helados que no se habían vendido durante el día. Este trabajo me enseñó a ser humilde (cosa que me cayó muy bien).

Haz una lista de las cosas positivas que encuentras en tu trabajo. Cuando te sientas desmotivada lee tu lista y agradece cada una de ellas. Verás como tu perspectiva cambia completamente.

3) Mantente en crecimiento

Los primeros retos en mi empleo consistieron en aprender a tomar órdenes y sacar cuentas. Después de eso, debía aprender a caminar con la charola llena sin derramar líquidos. Mis compañeros se emocionaba explicándome las mecánicas de la charola, cosa que a mí no me interesaba en absoluto. Esa fue la señal de que necesitaba hacer algo al respecto.

Por las mañanas trabajaba en la cafetería, pero en las tardes visitaba organizaciones de artesanas. También comencé a buscar un nuevo empleo.

Unas semanas después conseguí un trabajo en diseño que era mucho más divertido y mejor pagado que atender mesas. Además hice una colaboración con un grupo de artesanas y creamos una colección de bolsas con bordados tradicionales.

Si no hubiera sido por mi empleo de mesera, no hubiera podido vivir en San Cristóbal y nunca hubiera encontrado estas oportunidades.

Si tu empleo actual ya no te motiva, piensa en que es sólo un escalón para llegar al siguiente piso. Busca maneras de crecer, ya sea dentro de tu empleo actual o fuera de él.

Crecer dentro de tu empleo actual

A veces basta con un ligero cambio de perspectiva para encontrar soluciones y alternativas. Busca maneras para desarrollarte dentro de tu ocupación.

  • ¿Cómo puedes crear retos?
  • ¿Hay alguna oportunidad para ascender de puesto?
  • ¿Hay alguna nueva habilidad que puedas aprender?
  • ¿Cómo puedes ser más eficiente?

Crecer fuera de tu empleo actual

Si ya te diste cuenta de que tu empleo no estira más, úsalo como una catapulta hacia el siguiente paso en tu vida.

  • ¿Qué puedes hacer para conseguir un trabajo que te apasione y te permita continuar creciendo?
  • ¿Qué recursos tienes a tu alcance?
  • ¿Qué alternativas puedes empezar a construir mientras estás ahí?

4) Ponte una meta para generar motivación en el trabajo

Trabajar por trabajar es bastante aburrido ¿Dónde quedan los retos y los desafíos?

Una vez que decidas cómo vas a crecer, debes establecer una meta. Una meta te dará un pretexto para dejar la zona de confort y encender tu creatividad. Propónte aumentar tus ventas, ser super extra productiva y terminar tu trabajo en sólo dos horas o comenzar un negocio a la par de tu empleo.

El punto, es que siempre tengas algo a lo cual aspirar.

5) Rediseña tu ambiente

Disfrutaba mi trabajo de diseñadora mucho más que el de mesera. Aún así, sentía una sensación de pesadez cada vez que entraba a mi oficina. No fue hasta que platiqué con mi coach que descubrimos la razón. Lo primero que veía al entrar era un horrible archivero negro con una montaña de papeles desordenados encima. A la derecha había un sillón cubierto con una sábana sucia y rota.

Al darme cuenta de estos detalles, decidí hacer algunos cambios. Moví el archivero a una esquina, guardé los papeles y en su lugar, puse una planta y una vela aromática. Cambié la sábana vieja del sillón por una cubierta de colores. Esto cambió la atmósfera y la sensación de pesadez desapareció.

La siguiente vez que entré a mi oficina, me sorprendí al notar que estaba más emocionada que nunca por terminar mis pendientes.

Observa tu espacio de trabajo y haz una lista de todas las cosas que no te gustan o que te molestan como: la pila de papeles desordenados, tu escritorio roto, el bote de basura desbordante, el fondo de escritorio que ya te aburrió, las cortinas sucias o el acomodo de los muebles.

Cuando necesites motivación en el trabajo, proponte acabar con una molestia de tu lista. Al hacerlo vas a liberar espacio físico, eliminarás fugas de atención y reducirás el estrés.

¿Qué otras técnicas usas para mantener la motivación en el trabajo? Comparte en los comentarios.

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