El miedo al fracaso es uno de los mayores obstáculos a la hora de emprender un negocio ¿Cómo le haces para superarlo?
Es una de las preguntas que más recibo. En este artículo te diré cómo vencerlo y cómo usarlo para avanzar.
Antes, necesito contarte sobre mi perro Lía.
Es lo más miedoso que hay. No la puedo sacar a pasear porque se espanta con el ruido de los carros. Si se sube al auto, se la pasa temblando e intenta esconderse debajo del asiento.
Mi vecina adoptó un gato pequeño, que mide sólo la mitad de lo que mide Lía.
Le gusta descansar en un pasillo, que mi perro y yo atravesamos diario.
Cuando el gato la escucha, se levanta e intenta jugar con ella. Lía se paraliza, entra en shock. Se agacha con cara de espanto y no sabe qué hacer.
La escena es graciosa. Un perro espantado e inmóvil por un pequeño gatito que sólo quiere jugar.
La mayoría de los miedos son así de irracionales. Crees que son ciertos y actúas como si lo fueran.
Hay uno en especial, que surge cuando tienes un gran sueño o aspiración: el miedo al fracaso. Lo veo entre mis chicas emprendedoras con demasiado frecuencia.
Quieres conseguir algo, pero te detienes pensando en lo que puede salir mal. Los fantasmas de la ruina te acechan. Tan terrible como parece, el miedo al fracaso tiene su lado positivo. En este artículo te diré:
- Por qué no es tan malo como crees
- Cómo usarlo para avanzar
El miedo a fallar y los grandes sueños van de la mano
En un programa de concursos, había unas cajas negras donde los participantes tenían que meter la mano. Vacilaban antes de hacerlo, no sabían qué podían encontrar.
Cuando intentas algo nuevo, es como si metieras la mano a esa caja. Podrías encontrar un premio… o algo desagradable.
Apostar por tus sueños es como meter la mano a la misteriosa caja.
Hay demasiados cabos sueltos, para que te formes una idea de lo que podría pasar si lo intentas. La reacción normal, es paralizarte.
¿Qué tal si ese miedo fuera un impulso?
Tal vez, lo has interpretado al revés. En vez de ser una señal para detenerte, puede ser la señal de que estás lista para continuar.
El miedo a fallar indica que estás estrechando tus límites mentales. Buscas reconfigurar tu vida. Si quisieras repetir una situación que ya conoces, no sentirías temor.
Me ha pasado varias veces:
- La primera carrera que elegí fue ingeniería en sistemas. La odiaba, desde el primer semestre lo supe. Quería dejar la universidad para irme a viajar y resolver mis dilemas existenciales, pero no quería enfrentar a mis papás. Creía que se iban a enojar y me iban a expulsar de la familia por siempre.
- Cuando inicié este blog, escribí alrededor de 20 artículos. Nunca los publiqué, por miedo a que la gente los viera y los criticara.
- La primera vez que hice un viaje internacional sola, creía que me iba a extraviar en los aeropuertos y perdería el vuelo
- Hace unos meses renuncié a mi trabajo – que adoraba – para dedicarme a este blog. Tenía miedo de quedarme sin dinero y convertirme en vagabunda.
- Cuando hago una posición en clase de Yoga que involucra estar de cabeza o mantener el equilibrio, me detengo unos instantes antes de intentarlo porque pienso en todas las diferentes maneras en que podría caer y lastimarme.
No lo llames miedo, llámalo impulso
En vez de ver la posibilidad de fallar como un obstáculo, vela como un impulso. Eso que te paraliza, te pone nerviosa y te hace sudar las manos, es justo lo que necesitas hacer.
Tu alma, tu ser superior, ha decidido que necesitas descubrir una nueva faceta de ti. Es por ello que presenta obstáculos. Son oportunidades para crecer. Al atravesarlos te conviertes en una nueva persona, más capaz, con más fuerza y con un mejor entendimiento de la vida.
Cuando evitas hacer algo por miedo a fallar, también evitas la evolución. Te quedas atorada en una situación que simplemente, no funciona.
Cómo usar el miedo al fracaso para avanzar
Hace algunos años, gané una beca para asistir a un retiro de meditación en Tailandia. Me emocionaba muchísimo, pero dudaba:
- Uno de los requisitos era organizar una meditación con 20 personas. Estaba en una ciudad nueva y no conocía a nadie ¿De dónde sacaría a esta gente?
- ¿Qué dirán mis papás? Ni siquiera les había contado que estaba meditando y que había aplicado para la beca.
- ¿Qué tal si la organización que la daba era falsa y se trataba de una estafa? La había encontrado por Internet y no tenía pruebas de su autenticidad
- Nunca había transbordado en el aeropuerto ¿Qué tal si perdía el vuelo?
- ¿Qué tal si no me daban la visa?
A pesar de las dudas, la idea de ir a Tailandia para meditar con monjes me emocionaba demasiado. Decidí tomar la oportunidad.
Siempre hay factores que salen de tus manos, pero puedes hacer mucho para asegurarte de que las cosas funcionen como esperas.
Contacté a un centro de Yoga, les conté sobre la meditación que pensaba organizar y les pedí apoyo. Investigué todo lo que pude sobre la organización. Una vez que me dieron la beca y tuve los datos del vuelo, me aseguré de revisar los documentos para no perderme en el aeropuerto. Hice los trámites de visa con cuidado, para juntar la documentación correcta.
Me dieron la beca y fui a Tailandia. Esa experiencia me hizo crecer como nunca antes lo había hecho. Dio un giro de 360 grados a mi vida.
Me abrió las puertas a una nueva manera de pensar, conocí a gente de todo el mundo, me llevó a conseguir un empleo que adoraba, me permitió viajar y conocer otras culturas, descubrí que soy buena guiando meditación, organizando eventos, coordinando gente y que me gustan los temas sobre desarrollo personal. A raíz de eso, estudié para ser coach de vida.
Imagina que la hubiera dejado pasar, sólo porque tenía miedo de fracasar!!! Seguiría siendo una niña tonta e insegura, que teme a la vida.
En vez de quedarte atorada en el miedo y la duda:
- Infórmate
- Prepárate
- Pide apoyo
- Busca cómo desmantelar cada obstáculos
En este momento, quiero que tomes una libreta y anotes:
- Lo mejor que puede pasar si intentas eso que te da miedo
- Lo peor que puede pasar
A continuación escribe.
- ¿Qué haré para asegurarme de que lo mejor suceda?
- ¿Qué haré para evitar que lo peor suceda?
Tienes más control sobre tus resultados de lo que crees. En un estudio de la Universidad de Stanford, se demostró que a la hora de conseguir éxito, una actitud positiva es más importante que ser inteligente.
“Las personas con una mentalidad adaptativa, aunque tengan un coeficiente intelectual menor, están convencidas de que pueden mejorar gracias al esfuerzo. De este modo, se enfrentan a los nuevos retos con una mentalidad más positiva, creyendo que son una oportunidad para aprender cosas nuevas.”
Lo importante es tomar acción
El miedo no se va. Por más que lo racionalices o hagas rituales para disolverlo, permanece.
La única manera para superarlo es tomar acción. Hacer las cosas. Si salen mal, pues salen mal, ni modo. Te levantas, te sacudes el polvo y vuelves a intentar. No pasa nada. Al fin y al cabo, son aprendizajes.
Comienza a dar los pasos que te ayudarán a conseguir lo que deseas. Puedes tomar dos enfoques:
a) El extremo
Este es el que normalmente aplico. Funciona así:
- Decides qué quieres
- Sientes miedo, lo ignoras
- Eliminas cualquier otra alternativa, quemas las barcas, te persinas y vas con todo
- Solucionas problemas / contratiempos conforme se van presentando
Este enfoque es el más efectivo. Haces que las cosas funcionen o funcionen (porque ya no tienes opciones), pero no lo recomiendo para todos.
Tiendes a ponerte en situaciones estresantes, que podrías evitar, si te tomaras la molestia de planear como una persona sensata. Aún así, creo que es el enfoque que seguiré tomando.
Aquí puedes leer cómo me lastimé aprendiendo a surfear, acá está mi tortuoso camino profesional, aquí el día que renuncié a mi empleo para emprender y aquí lo que sucedió después.
b) El metódico
Aunque me gustaría aplicar este más seguido y realmente lo intento, creo que no se me da bien. Funciona así:
- Decides qué quieres
- Sientes miedo, lo ignoras
- Das un pequeño paso para acercarte a tu meta
- Te sientes feliz con tu pequeño avance, continuas avanzando lenta y consistentemente
- Logras tu meta, yeah!
Este enfoque funciona cuando, por alguna razón, no quieres o no puedes hacer un cambio radical. Por ejemplo, si tienes hijos y buscas emprender, este es el método que sugiero. No quieres ponerte en la situación de no tener un dinero para la renta.
Házlo HOY
Al final, no es lo que que planeas, sueñas o anhelas lo que forja tu vida, sino lo que haces.
¿Qué te dolerá más? No intentarlo, seguir poniendo pretextos y quedarte como estás o intentarlo y fracasar. Me quedo con la segunda.
Cuando das todo, pones lo mejor de tí y luchas hasta el final, independientemente de que logres el objetivo o no, quedas lejos de fracasar.
Toma acción AHORITA. No lo dejes para mañana. Cuéntame lo que vas a hacer. En los comentarios comparte:
- ¿Con qué te da miedo fracasar?
- ¿Qué es lo mejor que puede pasar?
- ¿Qué es lo peor que puede pasar?
- Tu plan de acción.