Hay una sencilla manera para mantener la mente positiva en cualquier situación, sin importar que tan buena o mala sea: no hacer nada.
Leíste bien. Cuando te encuentras en un gran problema, no tienes que hacer absolutamente nada.
Pon al problema en pausa
Si estás en un apuro y notas que te estás poniendo tensa, tienes que poner al problema en pausa. No trates de solucionarlo, de entender porque paso, de pensar en que hubieras hecho diferente… nada.
Lleva tu atención a cualquier otra cosa.
Tu razonamiento dirá lo contrario. Que tienes que esforzarte para encontrar la solución pero no le hagas caso. Preocuparte se vuelve contraproducente y hace que las cosas parezcan más grandes de lo que realmente son.
Date una pausa de 10 minutos, después de media hora, una hora y ve aumentando el tiempo.
Haz algo diferente
Durante las pausas puedes hacer lo que sea, menos pensar en el problema.
Aprovecha para reírte y descansar. Ve una película, haz ejercicio, baila, canta, brinca, lo que sea. Si te quedas inactiva regresarás a él así que ocúpate con algo mas.
Hacer cosas diferentes mantendrá tu mente positiva y mejorará tu estado de amino. Además te dará nuevas ideas y perspectivas que te ayudarán a encontrar alternativas.
Confía en que la solución llegará
Cuando te despejas, generas espacio para la creatividad.
¿Recuerdas la historia de Arquímedes o la de Newton? Arquímedes tomaba un baño cuando descubrió la densidad y Newton comía una manzana cuando entendió el principio de la gravedad. Ellos encontraron la respuesta a su incógnita cuando no estaban pensando en ella.
El cambio es la única constante en la vida. Hagas o no hagas, las cosas van a evolucionar, así que suéltalas y deja que sigan su curso.
La mente positiva
Eres la creadora de tu realidad y lo que piensas constantemente es lo que materializas. Al mantenerte positiva, generas energía que atrae cosas positivas hacia ti.
No te preocupes por los contratiempos o los obstáculos que estás enfrentando. Si te mantienes enfocada en lo que quieres, las soluciones llegarán.
En vez de pensar en los problemas, piensa en las soluciones. En como te gustaría que las cosas fueran.
Cada vez que te sientas negativa, cierra los ojos, respira y dile a tu problema que necesitas una pausa. Las pausas te ayudarán a generar positividad y poco a poco las cosas se irán aclarando. Las soluciones llegarán cuando menos te lo esperes.