
Los gurús del éxito hablan mucho sobre el logro de metas. Tener un objetivo claro ayuda a conseguir lo que te propones.
Es fácil. Decides qué quieres, lo escribes en un papel y lo obtienes… o tal vez no y te frustras.
Cuando eres creativa y difusa (como alguien que conozco), las cosas se complican. El lado derecho del cerebro no sirve para cosas concretas y lograr las metas se puede convertir en algo parecido a un amor platónico. Sabes que sería increíble tenerlo, pero te resignas a fantasear porque sabes que está fuera de tu alcance.
Por mucho tiempo me sentí la más fracasada del mundo por no lograr las metas que me proponía… hasta que comprendí que el problema no era yo.
El Secreto para Lograr las Metas
Te voy a explicar como funciona mi proceso de diseño.
Comienzo con una idea de lo que voy a hacer, por ejemplo una bolsa. Después voy a mi caja de telas y escojo las que más me gustan. Acomodo los retazos sobre una mesa y les doy forma. Sujeto las piezas con alfileres y finalmente las coso. Agrego detalles como botones, cierres y broches. La bolsa final nunca es como la imaginé al principio. Más bien va tomando forma con cada etapa.
Un proceso de creación debe fluir y ser libre. Tus metas también.
Las metas son como una gotera que quiere llenar un vaso de agua. No importa si le cambian el vaso, ella sigue cayendo. Una pequeña gota es insignificante, pero el conjunto de gotas eventualmente hace que el vaso se derrame. Sé como esa gotera, que fluye sin detenerse y tu también derramarás el agua.
Cuando quieres algo, basta con que tengas una intención, no más. De ahí das un primer paso. En base a ese primero, das un segundo y así sucesivamente. Déjate fluir en dirección a tus objetivos, sin planes ni rigidez. Mantén tu enfoque en la meta, pero no pierdas el camino de vista. Sé consistente.
Tus objetivos cambiarán con cada nueva experiencia que tengas y lo más probable es que no logres las metas que inicialmente querías, pero conseguirás justo lo que necesitas. Ni más ni menos.