Lo primero que viene a la mente es trabajar más. Ya sea consiguiendo un segundo empleo, esforzándote en el que tienes, hacer una especialización, iniciar un negocio o de plano vender un riñón.
Más allá de cualquier iniciativa que puedas tomar, hay un factor determinante en el ingreso que puedes llegar a conseguir. Tristemente, pocas veces se toma en cuenta.
Se trata de disfrutar la actividad que realizas para generar ese ingreso.
No importa si eres barrendera, taxista, artista callejera o limpia baños, cuando te dedicas a hacer lo que amas, el dinero inevitablemente llega.
Antes de objetar y decir que vivo en un cuento de hadas, permíteme explicar por qué.
1. El dinero es un medio para intercambiar valor
Si te quisiera vender un vaso de agua en $100 dólares, primero dirías que estoy loca. Después preguntarías qué tiene de especial. ¿Rejuvenece? ¿Cura el cáncer? ¿Baja de peso?
Imagina tu cara, cuando respondiera explicando que el agua no tiene nada especial y que la obtuve del grifo. Es probable que decidas pasar la oportunidad.
Ahora imagina que tengo una botella de agua Evian, traída de los Alpes Franceses, naturalmente mineralizada y purificada. Tendrías que pagar alrededor de $3 dólares para beberla. Los $3 dólares que estoy pidiendo representan un valor justo para esa botella de agua y en este caso, es más probable que los quieras pagar.
Finalmente supongamos que tengo agua Kona Deep, extraída 2,000 metros bajo el fondo del mar Hawaiano y desalinada por un complicado proceso, logrando un líquido que te hace bajar de peso, reducir el estrés y mejorar tu piel. Tendrías que desembolsar $400 dólares por el privilegio de poderlo beber.
2. Aportas más valor, ganas más dinero
A medida que la calidad y el valor de mi agua crecen, el precio también lo hace.
No sacrificarías horas de trabajo por un mediocre vaso de agua que tú misma puedes conseguir del grifo. En cambio, cuando el agua tiene ciertas características que la hacen de gran beneficio para tu salud, es más probable que estés dispuesta a pagar por ella.
Si quieres aumentar tus ingresos, necesitas convertirte en agua Kona Deep. Necesitas ser la mejor en tu área y aportar tanto valor a los demás para que una hora de tu tiempo literalmente valga oro.
3. Cuando haces lo que te gusta, te conviertes en la mejor
Cuando estás bailando, dibujando, escribiendo o realizando alguna otra actividad que te apasiona, las horas vuelan. El tiempo y los recursos nunca son suficientes para terminar de aprender. El resultado, es que poco a poco vas perfeccionando tu arte, de manera fluída y natural.
Imagina lo que sucede cuando haces un esfuerzo consciente por mejorar en la actividad que tanto disfrutas.
¡Boom!
Te conviertes en agua KONA DEEP. Activas tu poder personal y detonas una bomba de motivación imparable. No hay obstáculo suficientemente grande que te pueda detener.
Cuando te dedicas a hacer lo que amas, naturalmente te sientes impulsada a trabajar. Sabes lo increíble que es tu arte y conoces el potencial que tiene para impactar de una manera positiva a los demás. Surge una necesidad de expandir ese arte que tanto disfrutas y empiezas a compartirlo con los demás.
4. Y entonces recibes
Cuando ofreces tu trabajo con tanto amor y tanta pasión que nadie te supera, inevitablemente recibes. No sólo dinero, también agradecimiento, satisfacción, inspiración, abundancia y oportunidades.
Busca un poco y encontrarás ejemplos de personas que ganan excepcionalmente bien con profesiones sencillas y que normalmente no se consideran rentables. Hay taxistas, meseros y obreros millonarios.
Esto se debe a que realmente adoran su trabajo. En algún momento decidieron que iban a ser el agua Kona Deep de su área y su esfuerzo les redituó.
Recapitulemos.
El dinero es un medio para intercambiar valor.
Más valioso = Más costoso
Al hacer lo que amas, naturalmente encuentras formas de aportar gran cantidad de valor a los demás y te nace una necesidad de compartir.
Compartes mucho. La gente lo aprecia. Entonces son felices y te pagan lo que mereces.
Descartar a esa voz de tu cabeza que te impulsa a hacer lo que amas, puede parecer sencillo. Pero…
¿Alguna vez te has detenido a pensar en que esa voz tiene una razón de ser?
No estás en este planeta por casualidad. Tienes una misión que cumplir. Tus emociones, pensamientos y sentimientos son una guía interna, que trata de apuntarte hacia el camino profesional que debes seguir.
Cuando escuchas a esta guía interna, te acercas hacia una vida tranquila y llena de abundancia. Si te alejas te topas con caos – cuyo propósito no es más que apuntarte en la dirección correcta para ti.
Por eso hoy, te quiero invitar a que tengas una conversación con la voz incómoda de tu cabeza; esa que te incita a dejar tu trabajo porque lo odias, la que sugiere que dejes a tu novio idiota porque no estás feliz con él y te hace sentir culpable cuando fumas un cigarro o te saltas la rutina de ejercicio.
Esa voz es tu guía. Te conoce mejor que nadie. Ella sabe cuál es la actividad a la que debes invertir todo tu ser para que puedas redituar.
