Una Técnica Extrema (pero súper efectiva) que te Obligará a Triunfar
Piensa en un objetivo para tu negocio que hayas estado postergando por más de seis meses. Toma una hoja de papel y anota todos los pretextos que tengas para no trabajar en él.
Aquí hay inspiración, por si traes la cabeza lenta:
- No tengo dinero
- Es muy difícil
- ¿Por dónde empiezo?
- Me da flojera
- Estoy demasiado ocupada con ______
- No sé cómo se hace
- Se necesita mucho tiempo
Cuando termines con este tutorial, tu lista de pretextos será cosa del pasado y estarás tomando acción para hacer que ese objetivo se haga realidad.
Cómo desaparecer tu lista de pretextos
Cuando iba en la universidad compartía un departamento con mi hermano. Un día el calentador de agua se descompuso.
Éramos unos irresponsables y nunca lo mandamos arreglar.
Vivíamos en Puebla, una ciudad donde la temperatura en invierno puede llegar a ser de – 6 °C.
Al principio calentábamos agua en una olla y nos bañábamos a jicarazos. Era un asunto tedioso, así que empecé a aplicar la técnica del baño Sub Zero – meterme al agua helada, tal como salía de la regadera.
El primer contacto con el chorro generaba un shock, pero después de un minuto mi cuerpo se adaptaba a la temperatura y empezaba a disfrutar la sensación de frialdad. Incluso permanecía en el agua después de haberme enjuagado el jabón y el shampoo.
Estos baños, aunque dolorosos al principio, me dejaban la piel suavecita, el cabello brilloso y me llenaban de energía.
Eventualmente arreglamos el calentador (ok, ok, la verdad es que mi mamá tuvo que ir a visitarnos para llamar al plomero porque nosotros nunca nos dimos el tiempo #fail) y tuvimos agua caliente!!!!
Quise continuar con mi ritual de regaderazos Sub Zero pero mi fuerza de voluntad no era lo suficientemente fuerte para sacrificar el placer de un baño tibio.
La lista de pretextos que escribiste al principio es como el baño de agua tibia, que te mantiene en la comodidad.
Si en verdad quieres lograr el objetivo, necesitas saltar al chorro de agua helada, aunque eso implique dolor.
Parece sencillo, pero hay un pequeño detalle que debemos tomar en cuenta.
Estás genéticamente predispuesta a buscar el placer y alejarte del riesgo. Meterte al agua fría, o trabajar en tus objetivos de negocio, son actos que tu mente percibe como peligrosos.
No sabes si tu idea va a funcionar o si la gente querrá adquirir tu servicio. Te expones a las críticas de amigos, familiares y hasta desconocidos. Te la pasas trabajando y a veces no ves resultados. Encima, está la incertidumbre de no saber para dónde apuntar.
Tu instinto de preservación hará lo que sea necesario por alejarte de estos riesgos.
Ahí es donde entra la técnica del calentador descompuesto hace su aparición.
La técnica del calentador descompuesto que te obliga a tomar acción
En el caso de mis baños Sub Zero, tenía tres alternativas:
- Bañarme con agua helada
- Bañarme a jicarazos
- Apestar
Apestar no era posibilidad y bañarme a jicarazos era más difícil que soportar agua fría. Mi única opción real eran los baños Sub Zero.
El calentador descompuesto era una fuerza externa, que me obligaba a bañarme, a pesar de la gran incomodidad que esto generaba.
Cuando tienes un objetivo importante, que llevas seis meses postergando, necesitas buscar un calentador descompuesto – Una situación incómoda de la que no puedas escapar y que te obligue a tomar acción.
Tengo tres ejemplos que demuestran cómo funciona la técnica.
Ejemplo 1: Cómo me obligué a emprender
Cuando terminé la universidad, me rehúsaba a encerrarme en un empleo de oficina. Me prometí que pasara lo que pasara, jamás conseguiría uno.
Al principio fue difícil. Trabajé de mesera en un bar y después en una cafetería. Son trabajos honestos y aprendí mucho, pero la verdad es que no me gustaban. Gracias a ello sentí la urgencia de esforzarme por iniciar mi propio negocio y por hacer que funcionara.
En ese momento, mis opciones eran:
- Ser mesera (o conseguir un empleo equivalente)
- Hacer que mi negocio funcionara
Mi calentador descompuesto eran la falta de ingresos y la frustración de estar atorada en un empleo mediocre. Triunfar se convirtió en la única opción. Me tardé dos años en ganar suficiente a través de mi negocio para mantenerme, pero nunca pensé en darme por vencida.
Tenía que hacerlo funcionar.
Ejemplo 2: Cómo dejé de perder tiempo en Facebook
Hace tres meses me di cuenta de que estaba desperdiciando demasiado tiempo en Facebook. Sabía que no era bueno, pero no podía dejar de obsesionarme checando las actualizaciones. Otro problema es que pasaba demasiado tiempo en la computadora.
Intentaba moderarme pero las fotos de gatos chistosos podían más que mi fuerza de voluntad.
Necesitaba un calentador descompuesto CON URGENCIA.
Instalé una aplicación que se llama Freedom en el explorador de la computadora y una que se llama Block en el móvil.
Estas aplicaciones bloquean mi acceso a redes sociales desde las 5 de la mañana hasta las 5 de la tarde. A partir de las 6 pm ya no puedo usar internet en ninguno de mis dispositivos.
No hay manera de quitar la configuración.
Cuando me siento a la computadora, tengo una sola opción: trabajar.
Gracias a este pequeño cambio, termino mis pendientes más rápido, me canso y me distraigo menos, me siento más tranquila y tengo tiempo de hacer cosas en la vida real, como leer, llamar a mis amigos por teléfono o salir a tomar un café.
Jamás lo habría logrado sin las dos aplicaciones que crean el efecto calentador descompuesto.
Ejemplo 3: Cómo empecé a levantarme temprano
Me gusta levantarme temprano, a las 4:30 de la mañana para ser exacta, pero no creas que lo consigo porque soy muy disciplinada.
Más bien, tengo un calentador descompuesto que me obliga a salir de la cama.
Es una alarma que no se puede apagar a menos de que haga lo siguiente:
- Escanear un código de barras
- Agitar el teléfono como si fuera salero durante un minuto
- Repetir unas frases sin equivocarme
No es la manera más pacífica para despertar pero cuando termino con el gran ritual, estoy tan alerta que me es imposible regresar a dormir.
Mi única opción es lavarme la cara y enfrentar el nuevo día.
Ahora es tu turno
Ahora que entiendes cómo funciona la técnica, es hora de crear tu propio calentador descompuesto. Estos son los pasos:
Paso 1
Anota el objetivo que deseas conseguir
Paso 2
Revisa tu lista de pretextos y haz una lluvia de ideas. Piensa en personas, situaciones, lugares o cosas que podrían funcionar como tu calentador descompuesto y que te van a obligar a tomar acción.
Estas son algunas técnicas que puedes usar. Son extremas y funcionan, pero pueden crear demasiado estrés. Úsalas bajo tu propio riesgo y sólo si confías plenamente en tu capacidad de sobrellevarlas.
- Platica tu objetivo con un amigo o familiar y comprométete a darle avances semanales
- Sal a la calle y ponte el reto de no regresar a casa hasta que hayas conseguido 5 ventas para tu producto o servicio – Si tienes que dormir bajo un puente durante una semana porque nadie te compra, duerme bajo el puente.
- Renuncia a tu empleo
- Cambia de ciudad o de país
- Cámbiate de casa
- Quita un servicio básico de tu vivienda (como el gas, la luz o el internet) y no lo reconectes hasta que hayas conseguido la meta
- Regala toda tu ropa y tus zapatos a alguien que los necesite. Quédate con una o dos mudas (Así ahorras tiempo y energía a la hora de vestir). Sólo puedes comprar nuevos cuando hayas triunfado.
- Dona tus ahorros a una buena causa y quédate en ceros (aquí está la historia de un millonario que lo hizo). Ponte la meta de recuperarlos en seis meses.
- Adquiere una deuda gigante sin saber cómo la vas a pagar (no hay nada como la presión de los bancos para obligarte a generar ingresos, rápido)
- Enciérrate en tu casa (o en una habitación de hotel) y no salgas durante una semana. Desconéctate del teléfono, la tele y el internet. Lo único que puedes hacer en ese tiempo es trabajar en tu objetivo, comer y dormir.
- Vende tus muebles, tu auto y todas tus posesiones. Invierte las ganancias en algo que necesites para tu negocio. Puede ser un curso de emprendimiento, una capacitación o una máquina especial. Después, ponte la meta de usar eso que compraste para generar dinero y recuperar tu inversión.
Paso 3
Escoge una de las ideas y aplícala.
¡Listo! No te queda de otra, más que tomar acción.
Bañarte con agua fría, iniciar un negocio o lograr cualquier otro objetivo, es difícil e incómodo para todos.
La diferencia es que algunas personas saltan a la regadera y resuelven su incomodidad. Las otras se aferran a los baños de agua tibia, que no las dejan progresar.
¿De cuál eres tú?