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Qué hacer cuando la gente critica tus ideas de negocio. #Emprender #Inspiración #Negocio
Ser una buena emprendedora es ser como un buen salmón. No por rosa, ni por apestosa, sino por nadar en contra de la corriente.

Cuando emprendes te conviertes en parte del 1% de la población mundial, que llega a casa después de un largo día de trabajo. Se encuentra con un foco fundido, pero en vez de quejarse y maldecir al hacedor de focos (cómo el otro 99%), saca una lámpara de emergencia, una libreta y esboza una bombilla ecológica, que nunca se funde y encima es súper económica.

La empaqueta y se pone a venderla, con la idea de crear toda una revolución.

Si formas parte de ese 1%, hay tres cosas que debes saber:

  • Eres un salmón especial
  • La gente se va a incomodar por tus decisiones
  • La gente te va a criticar

Supéralo.

Acostúmbrate a recibir caras #WTF cada vez que cuentas una de tus grandiosas ideas. A que tu amiga Petra se la pase diciendo que abandones tus sueños guajiros y consigas un empleo, para que ganes dinero y te mudes fuera de casa. Y que tu hermano te siente en la mesa de la cocina y te de cátedra, con la intención de meter sentido común a tu cabeza.

Qué difícil es emprender 😟.

En fin. Tengo unas sugerencias para mandar a todos por un tubo y recuperar la confianza en tus ideas.

Borra a la gente dañina de tu vida

Nadar contra corriente es lo suficientemente difícil, para encima lidiar con negatividad que no te pertenece.

Imagina que tienes un amigo en Facebook que empieza a compartir mensajes ofensivos. Además, te acosa por el chat.

¿Te sientas a leer sus publicaciones, respondes sus mensajes y admiras sus fotos?

Obvio no.

Al ver este tipo de comportamiento, inmediatamente presionas el botón ”Bloquear” y en dos segundos te libras de la peste.

Aplica lo mismo con la gente negativa de la vida real.

Dáles bye. Fin. Borrar. Ignorar. No más. Puede ser incómodo, pero es mejor que dejarte embarrar por su mala vibra y terminar atorada en un hoyo junto a ellos.

Ahora que tienes espacio para algo más positivo, podemos hablar sobre el siguiente punto.

Pon tu objetivo en la mira

Toma la razón por la que decidiste emprender.

Tatúala en tu frente (no es broma).

Anótala en un papel.

Escríbela en la pared frente a tu cama para que sea lo primero que ves en la mañana.

Nombra a tu perro con ella.

Haz lo que tengas que hacer, pero nunca la olvides.

Imagina que estás varada a medio del pacífico y un tiburón viene hacia ti. En ese momento, escuchas una voz que dice

“Te ves ridícula nadando. Deténte”.

Después llega otra

“¿En verdad crees que te puedes salvar? Ya párale”.

Harías caso omiso de ambas voces. Sabes que necesitas salvar tu trasero y no te importa verte ridícula en el proceso. Si te quieres salvar, tienes que mantenerte enfocada en el objetivo: nadar hasta tocar tierra firme.

Cuando no sabes qué quieres o por qué lo quieres, cualquier comentario te desanima. Por eso, debes encontrar la tierra firme con tu emprendimiento. Usa estas preguntas como guía:

  1. ¿Qué negocio quiero emprender? (si no lo sabes, revisa este tutorial)
  2. Anota tus 3 principales objetivos
  3. ¿Por qué es importante conseguirlos?
  4. ¿Qué te motiva a esforzarte?

Con tus ideas en orden, avanza al siguiente paso.

Conversa de corazón a corazón

Nadie se puede meter en tu cabeza para ver qué sientes y piensas. Eres tú quien debe tomar la iniciativa.

Platica con gente que tienes a tu alrededor. Cuéntales lo que sientes, lo que anhelas y lo que piensas. Si no te apoyan o no están de acuerdo, pide que respeten tus decisiones y se abstengan de expresar su opinión.

Un día le conté a mi mamá que quería ir a Taiwan para conocer a una maestra espiritual. Hizo una mueca y después sugirió que me enfocara a mi trabajo en vez de estar buscando aventuras descabelladas.

Ni siquiera se dio el tiempo de escuchar mi motivación o de entender por qué deseaba hacer este viaje.

Cuando mi mamá se tranquilizó, le expliqué mis razones. No las comprendió del todo, pero se dio cuenta de que era algo importante y estuvo más abierta a darme su apoyo.

No es necesario que tengas estas conversaciones con todos, sólo con las personas más cercanas, lo cual nos lleva al siguiente punto.

Calladita te ves más bonita

Era cierto cuando tenías cinco años y eras una mocosa ruidosa. Sigue siendo cierto el día de hoy.

Sólo porque tienes una buena idea, no significa que la debes compartir con cualquiera que se cruce en tu camino.

Si vas a platicar con alguien, asegúrate de que te quiera escuchar. De lo contrario, corres el riesgo de recibir una insípida mirada que te hará sentir como bicho aplastado.

A pesar de haber hecho los puntos anteriores, seguirás recibiendo una que otra crítica dolorosa. Por eso, debemos hablar sobre Mailito.

Escucha, pero no reacciones a la crítica negativa

Tenía un perro Chihuahua que se llamaba Milo. Cuando veía un perro, lo atacaba, sin importar que el otro fuera 10 veces más grande que él.

Un día, atacó a un pastor alemán. El perro se molestó y le dio una mordida. Ese fue el fin de mi pequeña bestia =’(.

¿Te transformas en Milo al escuchar una crítica?

Perro malo.

Reaccionar es poco inteligente. Sólo te cansas y no llegas a nada.

Una mejor respuesta para las opiniones negativas es escuchar y después decidir qué hacer con ellas. Estas dos preguntas te ayudarán.

Pregunta 1: ¿El comentario negativo te afectó?

Si te afecta es porque toca un punto sensible. Es como echar limón a una herida que no ha sanado.

Analiza qué inseguridad, situación o recuerdo se despertó en ti. Para esto, puedes usar la técnica de los “5 porqués”.

Fue desarrollada por un japonés. No recuerdo su nombre, pero era algo como Takanaki o Hirakuri, da lo mismo. El punto, es que esta técnica sirve para descubrir de dónde viene tu incomodidad. Es muy sencillo.

Supongamos que vas a montar un estudio de diseño gráfico. Le cuentas a tu tía Chofis y dice que no te arriesgues porque seguro vas a fracasar.

Su comentario te hace sentir triste, así que tomas una hoja y preguntas 5 veces porqué (tip: puedes preguntar más de 5 veces si lo crees necesario):

1.  ¿Por qué me puse triste al escuchar el comentario de la tía Chofis?

R: Mi tía es la persona que normalmente me apoya y me decepcioné de no tener su apoyo.

2. ¿Por qué me gustaría tener su apoyo?

R: Me siento insegura sobre este proyecto y no sé si pueda a funcionar.

3. ¿Por qué me siento insegura sobre este proyecto?

R: La idea me emociona, pero no tengo claro cómo funciona un estudio de diseño.

4. ¿Por qué no tengo claro cómo funciona un estudio de diseño?

R: No he investigado nada al respecto.

¡Bravo! Llegaste a la raíz del problema en sólo 4 preguntas. La crítica de la Chofis te hizo sentir insegura porque no te has puesto a investigar. En vez de tirarte a la cama y llorar como si el amor de tu vida te hubiera abandonado, sal a conseguir la información y agradece el pesimismo de la tía que te puso a mover el trasero.

Pregunta 2: La información que recibiste ¿Es objetiva o subjetiva?

Cuando te da gripa, todos tus amigos se vuelven doctores y cada uno tiene un remedio mágico que te aliviará. Alguien te receta un té de limón, otro sugiere pastillas de vitamina C y un tercero te manda a dormir toda la tarde.

Algo similar sucede cuando compartes tus ideas de negocio, sólo que en este caso la gente se transforma en vidente. En menos de cinco minutos, tienen total certeza sobre el éxito o fracaso de tu iniciativa y te dan cátedra sobre qué hacer.

No confiarías tu salud a un amigo (a menos de que sea doctor) y tampoco debes confiar tus sueños a opiniones sin fundamento.

Cada vez que recibas un comentario negativo, evalúa de dónde viene la información ¿Es objetiva o subjetiva?

Información Objetiva: Está basada en hechos y datos. Te daré algunos ejemplos.

  • Un doctor te da medicina e indicaciones para curar la gripa. La información se basa en años de estudio.
  • Quieres poner una cafetería y platicas con un amigo que tiene un restaurante. Su información que  viene de la experiencia.
  • Buscas a un coach de negocios y le cuentas tus ideas para escuchar su punto de vista. Recibes la perspectiva de alguien que ha trabajado con diferentes emprendedores y tiene experiencia construyendo negocios.

Información Subjetiva: Es una opinión. Viene de una emoción, un miedo o una creencia sin fundamento. En este caso, tendrías:

  • La opinión de tu abuelita (que ni siquiera puede contestar el celular) sobre una aplicación que piensas desarrollar.
  • Quieres poner un consultorio psicológico, se lo cuentas a la persona que hace limpieza en tu casa y opina que no va a funcionar porque a nadie le gusta ir a terapia (la justificación es que ella llevó a su hijo y no le gustó)
  • Has pensado en diseñar playeras y le cuentas a tu pareja. Él descarta la idea diciendo que hay demasiadas marcas de ropa y jura que nadie te va a comprar (tu chico es ingeniero y una de las actividades que más odia es ir de compras)

Después de analizar la información, puedes escoger qué hacer:

  1. Trazar un plan de acción para aplicar las sugerencias o
  2. Descartarla y continuar con tu día como si nada hubiera pasado.

Cuando te sales de la norma, inevitablemente encuentras ceños fruncidos, labios enmuecados y cejas levantadas.

No lo puedes evitar, pero sí puedes DECIDIR cómo vas a reaccionar.

Ahora quiero escuchar de ti. Salta a los comentarios y comparte

  • ¿Alguna vez has recibido una crítica que te ayudó mejorar?
  • ¿Tienes otra técnica para usar las críticas de una manera constructiva?

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