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Enfócate y Logra tus Metas. 5 Pasos Para no Distraerte Hasta Triunfar.

¿Cuántas veces te ha pasado? Lees un libro de superación y te motivas a cambiar:

  • Dejarás de comprar ropa con la tarjeta de crédito
  • Comerás Paleo, para bajar de peso y ponerte los jeans que ya no te quedan
  • Recogerás la ropa sucia que dejas en el baño para que tu casa esté ordenada.
  • Iniciarás tu propio negocio, porque no quieres seguir siendo empleada

Emocionada, anotas tus objetivos en una libreta que dice “La mejor versión de mí” sobre la portada.

El encanto dura exactamente un día. Por una u otra razón pierdes el enfoque y la mejor versión de ti acaba en el fondo del buró, entre recibos de compra viejos, chicles sin empaque y una dudosa bola de pelos que prefieres ignorar.

Frustración total.

Establecer metas es sencillo, pero ¿Cómo le haces para enfocarte y trabajar en ellas?

Necesitas atravesar 5 etapas. Cada una tiene contratiempos que te pueden hacer desistir.

5 Pasos Para Enfocarte y Lograr tus Metas

1) Escribe tu buena intención

Estás en A y quieres llegar a B. Aquí es cuando lees el libro de superación y te das cuenta de que necesitas cambiar. Anotas tu objetivo en la libreta.

  • Quiero bajar de peso
  • Quiero mejorar mi alimentación
  • Me gustaría ser más ordenada

Si tus metas se parecen a estas, están mal planteadas y será difícil ponerlas en práctica ¿Qué significa bajar de peso o mejorar tu alimentación? ¿En cuánto tiempo? ¿En qué consiste ser más ordenada?

Al establecer tus objetivos, debes tener cuatro cosas en cuenta:

  • Que sean específicos. Usa números y describe las acciones concretas que piensas realizar para conseguirlos.
  • Que sean realistas. Si quieres correr en el maratón de la próxima semana, pero te cansas subiendo las escaleras de tu casa, es muy probable que fracases. Considera la cantidad de tiempo, dinero, experiencia y recursos que tienes en este momento. Asegúrate de que sean suficientes para lograr tu aspiración.
  • Que no sean muy grandes pero tampoco muy chicos. Cuando una meta es demasiado ambiciosa, te agobias. Cuando es demasiado pequeña, te aburres. Empieza con algo que te emocione pero que al mismo tiempo creas posible de conseguir. Debe estar sólo uno o dos pasos fuera de la zona de confort.
  • Trabaja en una cosa a la vez: Hacer un cambio es difícil. Hacer tres al mismo tiempo, imposible. Selecciona la meta más urgente. Trabaja en ella hasta que la logres. Una vez que termines podrás continuar con otra.

Algunos ejemplos de metas bien planteadas:

  • Haré 15 min. De ejercicio al día para bajar 1kg
  • Voy a comer una ensalada todos los días
  • Voy a recoger la ropa sucia que dejo tirada en el baño

2) Prepárate para triunfar

Ningún deportista inicia su rutina de ejercicios sin hacer un calentamiento previo.

De igual manera, cuando empiezas a trabajar por tu objetivo atraviesas una etapa de preparación. Investigas recetas de ensaladas, vas al gimnasio a preguntar sobre las membresías o instalas un cesto de  ropa sucia en el baño.

Tienes muchas ganas de hacer el cambio y tu motivación está al tope.

El problema, es que la motivación se acaba. Ahorita que tienes el tanque lleno de combustible, debes tomar medidas preventivas. Piensa en los obstáculos que probablemente vas a enfrentar.

  • Piensa en metas que hayas fallado antes ¿Qué sucedió? ¿Cómo puedes evitar que los errores se repitan?
  • ¿De qué manera puedes asegurar tu éxito?
  • ¿Qué obstáculos vas a enfrentar al trabajar por tu meta?
  • ¿Cómo los vas a solucionar?
  • ¿Cómo harás para continuar con tu objetivo cuando la motivación se acabe?
  • ¿Qué harás cuando te de flojera?
  • ¿Vale la pena esforzarte? ¿Por qué?

Es imposible prever todos los contratiempos, pero si te preparas para fallar, será mucho más fácil continuar cuando se presenten. Algunas ideas que puedes usar:

  • Rompe tus metas en pequeñas acciones concretas que vas a realizar.
  • Establece un día y hora a la semana para trabajar por tu meta, por ejemplo: Lunes a las 5pm.
  • Programa alarmas en tu teléfono para recordarte sobre este compromiso que has hecho
  • Queda con una amiga, ya sea para trabajar juntas o para reportar tus avances.
  • Invierte en tu objetivo. Paga la membresía del gimnasio. Compra un recetario de ensaladas o inscríbete a un curso de organización. A nadie le gusta desperdiciar el dinero. Al hacer una inversión, te demuestras que vas en serio y es más probable que cumplas.
  • Contrata a un coach para que te patee el trasero cuando te quieras dar por vencida.
  • Quema las barcas. Haz de tus objetivos la única alternativa y no te quedará de otra más que cumplirlos. Cuando saqué mi primer curso en línea tenía miedo de que no funcionara. Lo postergué por varios meses. Finalmente, lo saqué a la venta (aunque todavía no lo había creado) y varias chicas lo compraron. Al tener a mis clientes esperando, no tuve otra opción más que sentarme a terminarlo.

3) Ouch! Te estampas contra la pared (es inevitable)

Mantienes la dieta por una semana, pero tus compañeros de trabajo se burlan de tu traste con ensalada.

Te inscribes al gimnasio y tomas algunas clases de spinning, hasta que recibes la opinión (no solicitada) de tu tía la metiche y te empiezas a sentir insegura.

Tu baño es un templo de organización. Eso acaba, el día que te levantas tarde y dejas la ropa tirada por toda la casa.

¡Oh mierda! Por primera vez, entiendes la magnitud de lo que intentas hacer. Te sientes al pie de una infranqueable montaña. El agobio se vuelve el pan nuestro de cada día y tu objetivo se vuelve un pendiente más sobre la lista de tareas. Ya no es emocionante.

Aquí es donde surge la distracción. En vez de amarrarte las agujetas para trepar a la cima de la montaña, buscas un árbol con sombra y te tiras a dormir. Justificas tu decisión para no sentirte mal:

  • Las ensaladas no tienen sabor, qué aburrido comer así. Te pierdes uno de los mayores placeres que hay.
  • Hacer ejercicio no es lo mío. Me duele todo. Me veo ridícula usando mallas apretadas en el gimnasio.
  • Reviso mi Facebook una vez más y voy a recoger la ropa del baño. Sólo le doy like a las fotos de mi amiga.

¡Ni siquiera has empezado y ya te estás dando por vencida!

Es normal, a todas nos pasa. La mente odia las cosas difíciles. Cuando te enfrentas con un reto, instintivamente buscas el camino de menor esfuerzo.

Lo interesante empieza cuando callas a la molesta voz que dice “Eres un fracaso, no lo vas a lograr”.

4) Persevera y avanza

Si ignoras el impulso de seguir tirada bajo el árbol y empiezas a subir la montaña, te das cuenta de que no era tan difícil.

Ok, ok, a lo mejor te caes a un hoyo, te sale una ampolla en el pie y te da insolación pero ¡Estás subiendo!

La vista es mucho más bonita. Además el aire es fresco y encuentras unas lindas flores a la orilla del camino.

Con cada paso que das, pierdes miedo y ganas fuerza.

Entonces sucede algo increíble: entras en el flow, un estado donde avanzas sin esfuerzo. Subir la montaña no sólo es fácil, también se siente natural.

Para llegar a este punto sólo necesitas hacer tres cosas:

  • Sé paciente. Mentalízate a trabajar en esto por el tiempo que sea necesario.
  • Sé constante. No dejes que pase un día sin que tengas un pequeño avance.
  • Agradece tu esfuerzo y celebra cualquier pequeño logro.

Estas son algunas de las más grandes y difíciles que he conseguido:

  • Cambié mi alimentación. Crecí en una familia típica Mexicana, donde todos los días comíamos carne, arroz y fríjoles. Ahora soy vegana, no tomo alcohol ni como azúcar. Me tardé seis años en llegar aquí.
  • Terminé la universidad. Me tomó un cambio de carrera y 7 años.
  • De ser una persona súper caótica y desordenada, que desperdiciaba el tiempo mirando Facebook, me he convertido en una obsesiva por la productividad y la organización personal. Ahora sigo un detallado horario y mido cada una de mis actividades con cronómetro. Me ha tomado 4 años.
  • Gané una beca para meditar en Tailandia y conseguí el empleo de mis sueños en la organización que la daba. Me certifiqué como guía de meditación. Me tardé 2 años.
  • Construí un blog que recibía 50,000 mensuales y me generaba un ingreso pasivo (lo cerré hace un año, pero sigue siendo uno de mis mayores logros). Me tomó 3 años.

No comparto esto para presumir, sólo quiero que tengas una visión realista sobre lo que cuesta conseguir las cosas. Estoy segura de que tú misma tienes algunos logros de los que te sientes orgullosa.

Tal vez también terminaste la universidad o tienes a un maravilloso hijo. A lo mejor conseguiste el puesto que deseabas.

Ninguna de ellas apareció en cinco minutos. Aún así, cuando te emocionas por cambiar, esperas ver resultados instantáneos. Una semana después, cuando la cosa parece no avanzar, te das por vencida.

Sé paciente con esto. Trabaja todos los días por tu objetivo y poco a poco empezarás a ver resultados.

Es tedioso, aburrido y cero sexy pero es la única manera en que vas a conseguir lo que quieres.

5) Logra tu meta

Estás en la recta final. Seguirás teniendo obstáculos pero hay una frase que te ayudará a ser perseverante.

Si no duele, no sirve

Lo dice mi instructor del gimnasio, cuando estoy por tirar la toalla (literal).

Por su culpa, hago 10 lagartijas más, aunque sienta que los brazos se me van a caer.

Es la misma frase que uso cuando estoy por rendirme con una meta.

Cuando no duele es porque estás atorada en la zona de confort.

Puedes hacerte tonta y continuar ahí, pero si estás planteando una meta es porque realmente quieres salir ¿O no?

Entra a la conversación y comparte lo que deseas conseguir en los comentarios. Cuéntanos qué harás para no darte por vencida.

 

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