
Empezaré este artículo suponiendo que tienes algo importante que hacer, pero te da flojera o se ve demasiado complicado y no sabes ni por dónde empezar. Buscando una distracción, encontraste mi artículo y lo empezaste a leer. Tienes la esperanza de que mis tips te transformen en una máquina de productividad y finalmente puedas sentarte a trabajar en esa meta importante que llevas meses postergando.
¿Cómo lo sé?
Porque yo también leo cosas random cuando tengo proyectos importantes que completar.
Por ejemplo hoy. Quería escribir este post, pero como tengo gripa y me arden los ojos me puse a buscar seguros de viaje. No serán necesarios hasta dentro de 4 meses, pero en su momento me pareció buena idea. Ahora son las 6 de la tarde y este artículo, que me gustaría publicar MAÑANA, sigue pendiente.
Cuento esto por transparencia, para que veas que aunque tengo sugerencias para ayudarte a no postergar más, de vez en cuando también pierdo el tiempo.
A pesar de ello, he encontrado estrategias que me permiten avanzar con las metas más importantes que tengo. Todavía no puedo decir que soy una máquina de productividad, pero por lo menos ya me enfoco y completo una tarea sin perder tanto tiempo.
Comenzaré explicando qué es la procrastinación y los terribles efectos que tiene sobre tu vida. Después, compartiré las razones por las que procrastinas y te daré sugerencias para deshacerte de ellas.
El mal hábito de procrastinar: Qué es y cómo está arruinando tu vida
Según Wikipedia
La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyendolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
(Como mi acto de cotizar seguros innecesarios, en vez de sentarme a escribir este post).
La definición de Wikipedia me gusta porque nos da luz – la procrastinación es un simple hábito y como todos los malos hábitos, se puede erradicar.
No estoy diciendo que será sencillo, ni rápido. Piensa en alguien que está dejando de fumar. Tiene que hacer un gran esfuerzo pero si realmente desea superar su adicción, lo puede lograr. Este artículo es sólo para las personas que están DECIDIDAS a volverse productivas. Todos los demás pueden cerrar esta ventana, ir a Youtube y buscar un video de perritos bebés (es una manera más divertida de perder el tiempo).
¿Sigues aquí? Bien.
Cuando estaba investigando para este artículo, encontré historias de personas que habían perdido su trabajo o que habían fallado un grado escolar. No les faltaba inteligencia ni capacidad, pero postergaron actividades importantes y no lograron cumplir con lo requerido para conservar el empleo o aprobar el grado.
Otras consecuencias nocivas que se derivan de la procrastinación:
- Tu autoestima se lastima. Cuando te comprometes a hacer algo pero no cumples pierdes un poco de confianza.
- El logro de metas se hace cada cada vez más complicado y menos probable.
- Dejas pasar oportunidades que están frente a ti
- Eventualmente la pérdida de tiempo se traduce en pérdida de dinero
- Te sientes ansiosa y preocupada por todo lo que has dejado pendiente
- Te estresas y te agobias más de la cuenta
- Si la procrastinación se vuelve un problema crónico tus relaciones personales, tu salud y condición física pueden decaer
Ahora es tu turno. Toma una hoja de papel y anota todas las maneras específicas en que el mal hábito de postergar está arruinando tu vida. Debajo de esta lista escribe por qué deseas deshacerte de él y cómo será tu vida una vez que lo superes. No quiero que continúes leyendo hasta que no hayas hecho la actividad. Házlo en este momento. Será tu primera prueba.
¿Ya? Ahora veamos qué puedes hacer al respecto.
Razones por las cuales procrastinas y cómo solucionarlas
La procrastinación es como una mala hierba. Si quieres deshacerte de ella, tienes que comprender y arrancar al problema de raíz. Voy a explicar las causas que te pueden llevar a procrastinar. Son situaciones que he observado conmigo misma y que mis clientas de coaching también han enfrentado.
Revísalas e identifica cuál (es) te están afectando. Toma nota de la solución y haz un plan para poner mis sugerencias en práctica. Hacer tu plan es súper importante. Es una manera productiva de procrastinar. Al hacerlo, le dices a tu cerebro que te ocuparás de la tarea después. Esto baja las defensas del changuito que controla tus buenas intenciones y te hace perder el tiempo.
Otro beneficio de tener un plan, es que hace tus metas tangibles. De esta manera, ya no tienes pretexto para postergar porque no sabes qué o cómo hacer para avanzar.
Al final te daré un tutorial para hacer un buen plan. Mientras tanto, revisa las causas, las soluciones y ve tomando notas.
Razón #1: Tienes demasiado tiempo libre
Hay una ley de Parkinson que dice “El trabajo se extiende hasta que ocupa todo el tiempo disponible.” Esto significa que si tienes una hora para trabajar en un proyecto, lo terminas en una hora, pero si te dan una semana te tardas toda la semana.
Cuando tienes demasiado tiempo libre y no hay urgencia por completar, es muy fácil que postergues indefinidamente.
Solución: ¡Ocúpate!
Deja de quejarte porque no tienes que hacer y llena tu día de actividades. Cuando tengas algo de tiempo libre, tratarás de aprovecharlo al máximo y de ser eficiente con él.
Razón #2: Estás muy cómoda
Empecé Estilo Pura Vida en el 2014 con la meta de dedicarme al blogging de tiempo completo. En ese entonces mi empleo era cómodo: ganaba bien, disfrutaba mi trabajo y tenía flexibilidad para viajar.
Sabía que construir y monetizar el blog tomaría un gran esfuerzo. Cada vez que pensaba en ello, me inundaba un sentimiento de agobio. Más allá de “Quiero ser blogger porque me gusta” no tenía una razón lo suficientemente fuerte para complicar mi vida y dedicar tiempo a la meta. Procrastiné por DOS años hasta que me harté de mi misma y renuncié.
Si te gusta estar cómoda y no quieres alterar tu estatus, disfruta tu situación y pon tus metas en pausa. Por otro lado, si estás cómoda pero ya te aburriste, puedes probar cualquiera de estas opciones.
Solución extrema
Este es el enfoque que a mí me gusta tomar – Ponerme en situaciones que me obliguen a moverme y a no esperar estática a ver qué pasa.
Para tu cerebro, cualquier situación incómoda es el equivalente a nadar en un pantano lleno de cocodrilos. Nadie en su sano juicio se atrevería a hacerlo. Pero si estás decidida a dejar la zona de confort y luchar por tus metas, podrías saltar al pantano de manera voluntaria y crear una situación difícil. Una vez ahí, no tienes otra opción más que echarle ganas y buscar una manera de ponerte a salvo. Esto es lo que llamo la técnica del calentador descompuesto.
Solución sensata
Busca una versión simple de tu meta que puedas fácilmente lograr. Al hacerlo, ganarás confianza y te atreverás a perseguir algo un poquito más ambicioso. Ve aumentando el reto hasta que llegues a tu gran meta.
Veamos algunos ejemplos.
En el caso del blog, pude haber empezado con la meta de ganar $20 dólares, después $50 y continuar aumentando la cantidad hasta llegar a un ingreso que sustentara mi estilo de vida (opción sensata) – en vez de paralizarme, procrastinar dos años, renunciar, quedarme sin dinero y entrar en una crisis existencial antes de lograrlo (opción extrema).
Si tu meta fuera conversar fluídamente en Japonés por 20 minutos y actualmente sólo sabes decir “Konichi Wa” tienes dos opciones: ser paciente y aprender una frase por semana (opción sensata) o conseguir un novio Japonés que no hable nada de español (opción extrema).
Razón #3: Los temores te invaden
Tu meta es taaaaan grande y ambiciosa, que te paraliza. Es parecido a saltar de un alto trampolín. Subes con gran confianza, pero cuando te paras en la orilla y miras hacia abajo, te quedas atorada. Puedes pasar horas viendo al agua y tratando de convencerte de que todo estará bien, pero por más que racionalizas el miedo no se va.
Solución: ¡Salta del trampolín!
Aquí tengo un tutorial donde explico cómo deshacerte de los miedos.
Razón #4: Te falta información o no sabes cómo hacerlo
Esta es la razón número uno por la que la mayoría de la gente sueña con tener un negocio, pero son pocos los que lo logran. Un negocio tiene tantas partes que es difícil comprender cómo se integran y por cuál de todas empezar.
También sucede con las personas que necesitan cambiar hábitos de alimentación o con la gente sedentaria que un día decide ser más activa. Su meta es algo nuevo, que nunca antes han hecho y todo es una incógnita.
Solución: Consigue un sistema
Iniciar y concluir un proyecto es más fácil cuando tienes un sistema o una serie de pasos específicos que te indican qué hacer.
Pide ayuda de un amigo con experiencia, contrata un profesor o inscríbete en una clase. Una opción más rápida y económica es abrir Google y buscar “Guía de principiantes para…”. A pesar de ello, casi siempre prefiero tomar la opción de las clases. El problema con Google es que puedes encontrar demasiada información y quedarte igual de atorada – lo cual nos lleva al siguiente punto.
Razón #5: Buceas en un mar de información
Si quieres hornear un pastel pero no sabes cómo, necesitas una receta. Pero si consigues 10 y cada una te da un método diferente, te quedas atorada en la parálisis por análisis.
Quieres hacer las cosas bien, pero eres inexperta y tienes 10 métodos distintos ¿Cómo escoger el mejor? Podrías pasar una vida tratando de responder esta simple pregunta.
Solución: Pon la información a prueba
La única manera de saber qué funciona y qué no es poniendo la información a prueba. Toma una receta y ¡Hornea el pastel! Si te equivocas, por lo menos sabes que esa receta no funciona y puedes probar con una diferente.
Si estás atorada en esta situación, debes poner una fecha de INICIO. Después, analiza la información y decide cuál será tu primer paso. Cuando llegue la fecha asignada, haz lo que tengas que hacer.
Razón #6: Estás agotada
Cuando mantenerte despierta es una batalla, no puedes exigir productividad. Tu cuerpo entra en estado de “conservación” y se enfoca sólo en las actividades básicas para mantenerte con vida. Tampoco puedes tomar buenas decisiones. Esto lo puedes ver claramente después de una desvelada, cuando lo único que apetece es estar tirada en la cama viendo Club de Cuervos con tu mamá.
Si saliste de fiesta o hiciste horas extra en tu trabajo el cansancio puede ser circunstancial, pero si experimentas cansancio crónico (y en consecuencia procrastinas todo el tiempo), puede ser una señal de que necesitas hacer una pausa.
Según El país
Procrastinar puede ser en ocasiones un problema, pero también puede ser un indicador de que necesitamos parar, de que nos vemos empujados a requerimientos que exceden nuestra capacidad de afrontarlos, de que estamos sometidos a un ritmo excesivamente severo. El derecho a procrastinar se convierte en una exigencia revolucionaria en tiempos de hiperactividad productiva. Frente a los expertos de la eficacia, reivindicamos el derecho a la pereza.
Solución: Date unos días de relax
Come bien, mueve el cuerpo, duerme tus ocho horas y verás como recuperas el enfoque y las ganas de avanzar con tu meta. Si experimentas un cansancio que simplemente no se va, deberías poner atención a tu salud o evaluar tus hábitos para ver cuáles están drenando tu energía. Este tutorial te ayudará.
Razón #7: Tu objetivo es difuso
Frases al estilo “Comer mejor” “Ser más activo” “Ser más social” “Mejorar como persona” reflejan tus buenas intenciones, pero no indican un resultado concreto que te gustaría conseguir. Son aspiraciones ambiguas. Causan incertidumbre y no dan pautas para tomar acción.
“Ser más activo” podría ir desde algo básico como usar las escaleras en vez del elevador, hasta la intensidad de hacer Crossfit cinco veces por semana.
Solución: Comprueba que tus metas sean tangibles
Comparte tus metas con alguien. Pide que las lea y te explique qué es lo que deseas lograr. Si se confunde y le cuesta trabajo, quiere decir que tus metas son ambiguas. Házlas más tangibles.
- “Ser más activo” podría convertirse en “Caminar 15 minutos en las mañanas, 3 veces por semana” o “Ir a clase de Zumba todos los Viernes”.
- “Comer mejor” se vuelve más específico si dices “Comer una ensalada todos los días”, “Saltarme el postre” o “Dejar las carnes rojas”
- En vez de “Mejorar como persona”, puedes anotar “Pedir las cosas por favor”, “Ser paciente cuando ayudo a mis papás con la tecnología” o “Donar 100 pesos mensuales a una causa justa”
Razón #8: No tienes ganas de realizar cierta actividad
Puede que tus metas sean claras y que realmente te motiven, pero un paso dentro de esas metas te da demasiada flojera y bloquea todo lo demás.
Te daré un ejemplo. Yo tenía la meta de comprar una computadora. Anteriormente adquirí varias que fueron una pérdida de dinero. A la hora de escogerlas me basé sólo en la estética y no puse atención a las especificaciones técnicas. En consecuencia, resultaron lentas e insuficientes para mis necesidades.
Esta vez quería hacer una buena elección. Eso significaba sentarme a leer sobre procesadores, memorias RAM, memorias ROM y sistemas operativos – algo que me parecía complejo y súper aburrido.
Postergué la compra por meses. Finalmente, mi computadora vieja empezó a fallar y no tuve opción más que preparar un deliciosos chai y sentarme a estudiar.
Solución: Deshazte de la actividad
- Delega la actividad – Pide ayuda o paga para que alguien haga el trabajo por ti
- Borra la actividad de tu lista – Si te puedes zafar de ella, simplemente no la hagas
- Deja de posponer lo inevitable – Si no la puedes delegar y no la puedes borrar, busca un espacio en tu calendario y HÁZLA. Te sentirás liberada, al no seguir teniendo la tensión mental que esta actividad genera.
Razón #9: El ambiente te está bloqueando
Supongamos que hay una chica con la meta de visitar Indonesia. Está rodeada de personas que odian viajar y cada vez que les cuenta su idea recibe críticas. Además, vive en un país donde el proceso de renovar su pasaporte es lento, caro y complicado.
Hay otra chica con la misma meta de visitar Indonesia. Todos en su familia disfrutan viajar. Al contar la idea recibe ánimos y tips sobre qué hacer una vez que esté ahí. En su país el trámite de pasaporte tarda una hora y es gratis.
Siendo todos los demás factores (tiempo, motivación, experiencia viajando, edad, presupuesto, etc.) iguales ¿Quién tiene más probabilidades de realizar el viaje?
Obviamente, la chica #2.
Poca gente lo toma en cuenta, pero las personas, cosas y situaciones que te rodean pueden ser un obstáculo o un apoyo para lograr tus metas.
Solución: Analiza el ambiente que te rodea
- ¿Quiénes son las personas con las que más tiempo pasas?
- ¿Qué mentalidad tienen?
- ¿Te están apoyando o frenando?
- ¿Hay algún recurso que necesites y que no tengas (por ejemplo dinero, un nuevo teléfono, un auto, un espacio para practicar)?
- ¿Cómo lo puedes conseguir?
Razón #10: Estás desorganizada
Despiertas con la intención de hacer tiempo para avanzar con tus metas. El día pasa y cuando dan las 8 de la noche estás exhausta. Al repasar lo que hiciste no das con algo realmente significativo. Tu día se fue en actividades urgentes pero triviales – lavaste la ropa, recogiste la casa, fuiste al súper, entregaste tu reporte semanal, tuviste una conversación por whatsapp – y te quedas con una sensación de vacío.
El New York Times, en su artículo Por qué tu cerebro te hace procrastinar explica por qué tendemos a escoger las tareas triviales sobre las importantes:
“La gente tal vez elija realizar tareas urgentes con periodos breves de término en vez de actividades importantes con resultados más grandes porque los quehaceres relevantes son más difíciles y la meta de realización está más lejos; porque los pendientes urgentes dan resultados seguros e inmediatos, o porque la gente desea terminar las tareas urgentes primero y después trabajar en quehaceres importantes.
En otras palabras: aunque sepamos que una actividad más grande y menos urgente es mucho más trascendental, instintivamente escogeremos llevar a cabo tareas más pequeñas y urgentes. “
Solución: Aprende a planear
No te vayas a dormir sin hacer un plan concreto para tu día. Este plan debe incluir:
- Cuál es tu meta principal (es bueno recordarlo todos los días)
- La actividad que harás para avanzar con ella
- El lugar y la hora dónde lo vas a realizar
Si tienes que dejar una actividad urgente pero trivial de lado para cumplir con tu plan, HÁZLO. Te sentirás mejor progresando con lo importante, que realizando todas las actividades necesarias pero que a largo plazo no tienen ningún efecto significativo.
Ahora conoces las 10 causas de la procrastinación y sabes cómo solucionarlas. Es momento de que tomes acción. Bloquea las distracciones y siéntate a escribir un plan para lograr la meta más importante que tengas. Asegúrate de incluir pautas para evitar los errores que acabo de explicar.
Cuando estés en tus dos segundos de indecisión y necesites escoger entre ir a la máquina por un Twinkie o sentarte a trabajar en tus metas, conecta con la versión más fuerte de ti y ¡DÁLE CON TODO!
Al hacerlo ganarás seguridad para ir tras tus metas, pero si cedes al impulso de perder el tiempo… bueno, tú ya sabes lo que pasa.
Ahora quiero escuchar de ti. Salta a los comentarios y comparte.
- ¿Qué es lo que más trabajo te cuesta a la hora de lograr tus metas?
- ¿Qué has probado para solucionarlo?