El día de hoy quiero hacerte una invitación
Deja de pelear contra el mundo
Abarca todo con una energía luminosa de aceptación
Deja de poner etiquetas
Aprecia al bienestar igual que la adversidad
Al cansancio como la vitalidad
No hagas diferencia entre ser joven o viejo
Trata a todos como si fueran tus hermanos
Abraza a tu sombra igual que a tu luz
Disfruta la pobreza tanto como la riqueza
Sonríe cuando ganes y también cuando pierdas
La compañía es tan necesaria como la soledad
Baja tu guardia por un momento y deja de discernir
Lo uno no existe sin lo otro, lo uno está implícito en lo otro
Son estados pasajeros, no más
Van y vienen como las olas del mar
Aferrarte es fútil
Te deja cansada y sin ganas de vivir
La verdadera felicidad se logra al estar
Ser sin más
Observa las vueltas que da la vida, como quien mira una obra de teatro
Profundamente curioso, entretenido, absorto
Ese día dejarás de luchar, dejarás de sufrir
Entenderás lo que es el verdadero amor, que todo abarca, todo acepta y todo transforma
Ese día, habrás acabado con la eterna lucha
Ya no tendrás nada más que hacer
Lo habrás conseguido todo a pesar de no tener nada
Entonces, no quedará más que fluir